Marido despechado follando con su nueva niñera

Ella tuvo una rabieta, jodió la casa, se emborrachó más y luego se desmayó. Mario estaba triste de escuchar esto, pensó que su esposa estaba haciendo mejor las cosas. Él sale a la reflexión y Jill lo sigue. Jill se da cuenta de que Mario es un buen hombre y decide aliviar su estrés dándole lo que se merece. Ella extiende sus piernas para que él pueda lamer su jugoso coño. Luego se clava su polla palpitante y comienza a olvidar cuán mierda tiene su esposa. Eventualmente, él recibe amnesia, suelta su spooge por toda la linda carita de Jills. En lugar de pensar en una nueva rehabilitación para su esposa, Mario ahora está pensando en su próxima cita programada con Jill la niñera.